ni soy guapa ni tengo suerte.

Antes era el tipo de chica que se tumbaba a leer horas en la cama, soñando con ser una Babi, una Bella, una Julieta. La Babi de alguien, de quien fuera, que me quisiera tal y como era. Que escribiera cosas en la ciudad por mi, que luchara a capa y espada para protegerme, que muriera por mi si fuera preciso. Que fuera un romántico, un rebelde, que fuera mío para siempre. Pero sabía que era casi imposible, que eso solo les sucedía o a las guapas, o a las que tenía suerte y ¿para que mentir? ni soy guapa ni tengo suerte.

Y ahora me miro y pienso "joder, ¿que ha sido de la chica insegura que se refugiaba en las hojas de los libros y que al oír la palabra chico se echaba a temblar?" ¿Acaso sigue agazapada en tu interior esperando a que te derrumbes? ¿Y que será de ti entonces?

Sinceramente, no tengo la respuesta para todas esas preguntas, pero algo tengo muy claro. Si mi historia de amor acaba mal, no volveré a leer las de otros.

Puro instinto de supervivencia.