-Es triste, pero aun siento tu roce en mi espalda. Tus labios sobre los míos, tu olor en mi piel.
Y aún tengo que hacerme a la idea de que voy a estar sin ti, con esa continua sensación de asfixia en la garganta. Y no paro de repetirme que tengo que ser fuerte, que llorar no sirve de nada, pero sé que en cualquier momento me desmoronaré como un castillo de naipes.
Y es que he llegado a la conclusión de que tu eres mi oxigeno.Y creo que me comentaron alguna vez, que sin respirar, no se puede vivir.
hija puta
ResponderEliminargrrrrrrrracias esthercica:)
ResponderEliminarDios, me he sentido muy identificada.
ResponderEliminarUn texto pequeño y a la vez tan grande :)