¿Acaso esto te parece un juego? Sí es así, juguemos.
Yo seré el jugador y tu mi premio. Un premio inimaginable, tan grande y tan valioso que todos querrán ganarte.
Espero ir en cabeza.
Comenzamos. Es mi turno. Y ¿sabes qué? No me lo ponen fácil.
No, nada fácil.
Así que dímelo, ¿voy a perder? No sé como interpretar tu silencio, hace tiempo que perdí esa habilidad. Y te juro que lo he intentado, pero a pesar de tener años de practica se me escapa entre los dedos...
Me calo la gorra, ¿que más puedo hacer? y hecho a correr. Tan rápido que parece que mis pies no tocan el suelo, quizás estoy volando. Es una sensación agradable esa de sentirte inmaterial.
No miro atrás, ni una sola vez. Y sí, finalmente llego. Y ahí estas tú.
Esperándome.
Y con lágrimas en los ojos te pregunto jadeante:
¿No me merezco mi premio?