Vi mis ojos arder. Arder sobre los tuyos, consumirse como brasas en la hoguera. Casi pude sentir mis pupilas derretirse al contacto con las tuyas. Mientras te comía con los ojos tú te relamías, sabías lo que estaba a punto de pasar. Ambos los sabíamos, desde hace tiempo jugábamos a ese estúpido juego de miradas y sonrisas. A ese estúpido tira y afloja, ahora sí, ahora no. Por eso no me sorprendí al tumbarme entre tus brazos aquella noche, me pareció algo natural, espontáneo, como si ese fuera al lugar al que pertenecía: a tus brazos.
Pupila contra pupila, alma contra alma en aquella cama pequeña e incomoda, tus ojos fundiéndose sobre los míos, nuestras manos entrelazadas me hiciste lo peor que me podías hacer.
Me enamoraste perdidamente.
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Solo diré una cosa, quiero escribir no importa quien me lea, no importa quien comente y creo que nadie me tiene que decir que esta mal o que esta bien, solo si gusta y yo no gusta pues se siente. Y mucho menos me tienen que dar un número, un puesto.
He decidido que escribo para mí, y lo plasmo aquí. Nunca más en ningún otro sitio.
MARTT
XXXX
Qué bonita... me encanta!
ResponderEliminarDi que sí, lo mejor es hacer las cosas para ti... Se echaban de menos entradas como esta ;)
-Inés.
Tienes razón, nadie tiene que decirte lo que está bien o mal; tú decides si lo es o no. :) Un besito.
ResponderEliminarMe gusta como escribes..
ResponderEliminarUn saludo
Raquel
¡Muchas gracias :)! Creo que el labial es de Kiko, pero no me acuerdo porque la foto es de hace mucho jaja
ResponderEliminarMartita!! Me encantan tus entradas, siempre que puedo me paso un momento a leerlas :D
ResponderEliminarUn besito! Nos vemos el martes, guapa ^^
Ooh! no sé cómo he llegado aquí, pero me alegro de haber descubierto tu blog! voy a seguir cotilleando, pero antes de despedirme quería invitarte a mi baúl por si te apetece compartir algún sueño, y por qué no, quedarte. Te espero!
ResponderEliminarHasta pronto =)